Invocación al Espíritu Santo (Para todos los días)





Veni Creator



Ven, Espíritu Creador,
visita las almas de tus fieles
llena con tu divina gracia,
los corazones que creaste.

Tú, a quien llamamos Paráclito,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego,
caridad y espiritual unción.

Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, dedo de la diestra del Padre; 
Tú, fiel promesa del Padre;
que inspiras nuestras palabras.

Ilumina nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece la debilidad de nuestro cuerpo.

Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé nuestro director y nuestro guía,
para que evitemos todo mal.

Por ti conozcamos al Padre,
al Hijo revélanos también;
Creamos en ti, su Espíritu,
por los siglos de los siglos

Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos de los siglos. Amén.






Mensaje, 2 de enero de 2012

“Queridos hijos, mientras con preocupación maternal miro sus corazones, veo en ellos dolor y sufrimiento. Veo un pasado herido y una búsqueda continua. Veo a mis hijos que desean ser felices, pero no saben cómo. ¡Ábranse al Padre! Ese es el camino a la felicidad, el camino por el que deseo guiarlos. Dios Padre jamás deja solos a sus hijos, menos aún en el dolor y en la desesperación. Cuando lo comprendan y lo acepten serán felices. Su búsqueda terminará. Amarán y no tendrán temor. Su vida será esperanza y verdad, que es mi Hijo. ¡Les agradezco! Les pido: oren por quienes mi Hijo ha elegido. No deben juzgarlos, porque todos serán juzgados.”







San Marcos 6, 31

"Venid vosotros aparte a un lugar adesierto, y reposad un poco..."





PRINCIPIO Y FUNDAMENTO, TEXTO ORIGINAL DE SAN IGNACIO

(1)“El hombre es creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor, y mediante esto salvar su alma;

(2) y las otras cosas sobre la faz de la tierra son creadas para el hombre y para que le ayuden a conseguir el fin para el que es creado.

(3) De donde se sigue que el hombre tanto ha de usar de ellas cuanto le ayuden para su fin, y tanto debe privarse de ellas cuanto para ello le impiden.

(4) Por lo cual es menester hacernos indiferentes a todas las cosas creadas, en todo lo que cae bajo la libre determinación de nuestra libertad y no le está prohibido,

(5) en tal manera que no queramos, de nuestra parte, mas salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y así en todo lo demás,

(6) solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce al fin para el que hemos sido creados”.













 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Volver a Nacer

La vocación: Zaqueo